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Por el camino de un guardarropas hecho a mano

Que es lo que nos motiva a coser nuestra ropa? A dedicarle tiempo y energía a nuestra vestimenta. A estar horas y horas cortando y probando sin tener la certeza absoluta del resultado.

Digo, si pudiéramos comprar exactamente lo que estamos buscando, lo haríamos?

Mi mamá siempre decía que salir a comprar ropa conmigo era un suplicio porque NUNCA encontraba lo que buscaba. Dábamos vueltas horas y horas y siempre había algo que no me terminaba de convencer. Si no era el color, era la tela, la calidad o el calce. Nos poníamos las dos de mal humor y más de una vez me terminaba llevando prendas que luego no usaría sólo por escapar del tedio que me generaba salir de shopping. Siempre me hice la ropa pero cada tanto, un jean, sweater (todavía no fui por el camino del tejido pero la inquietud anda rondando) una campera…Durante mis años de diseñadora de producto, solía vestirme de feria americana o de diseñadorxs independientes porque no tenía el tiempo para coser y porque me cerraba más conceptualmente. Ahora de grande sigo igual y cada vez con más cuestionamientos. Le sumo el factor precio (explíquenme el valor de los tapados en invierno), el consumo consciente (talleres clandestinos), el talle (que ya hablamos lo difícil que es a veces conseguir talles reales) y una búsqueda personal de estilo y comodidad.

Porque sentirme cómoda en la ropa que habito me parece fundamental. Todos los días nos vestimos, nos tiramos tela encima y salimos al mundo. El indumento existe desde que existimos. Y además de ser una protección del frío y el calor es una forma de hablar, de comunicar, de contar quiénes somos, que cosas nos gustan y que nos importa. Entonces elegir conscientemente que ponerme me hace sentir mas coherente y fiel a mí misma, aunque me ponga unas babuchas rotas de hace mil años (que amo por cierto). Casi que lo estoy convirtiendo en una militancia.

Ojo, me encanta la moda. Me gusta observarla, estudiar que viene, que se va a usar y porqué. Siempre hay algo que puedo adaptar e incluir en mi guardarropas y me parece divertido. Eso sí, sin alejarme de mí misma, siendo lo más auténtica posible.

Y porqué me parece tan importante la autenticidad? Porque el ser auténtica requiere valor para aceptarnos tal cuál somos, de querernos y cuidarnos. De respetar nuestro cuerpo y aceptarlo con amor, con todos sus defectos y con todos los cambios que produce la vida misma. Porque el amor propio es lo primero que debemos trabajar para poder dar amor. Porque trabajar la autoestima nos conecta a un nivel más profundo y nos da libertad para ser y hacer. Y aquí la palabra clave: libertad.

Acá la costura es nuestra gran aliada. Porque además de la satisfacción que nos da un buen resultado y lo relajante y entretenido que es el proceso, la libertad de elegir que ponernos de acuerdo a nuestro cuerpo, el color, la fibra, la estampa, el clima del lugar adónde vivimos y hasta el estado de ánimo es fundamental para poder movernos por la vida con comodidad. Porque no me digan que estar incómodxs en nuestra ropa, anula la capacidad de focalizar en otras cosas. No les pasó alguna vez? Un pantalón apretado, una tela que pica, una falda que se nos cae o hasta sentirnos demasiado arregladxs hace que no podamos pensar en otra cosa.

El guardarropas consciente es uno de los caminos hacia una autoestima sana. El slow fashion, el diy, el zerowaste y todas estas modas que promueven el respeto hacia nuestro cuerpo y nuestro entorno encuentran espacio en nuestra mesa de costura. Y lo bueno es que podemos ir de a poco, reutilizando, remendando y armando lentamente nuestro mundo textil personal. Hacerlo juntxs y en equipo es más enriquecedor y hace más divertido el camino.

Entonces mi motivación para este 2021 es acompañarlxs en ese camino. Ofrecer talleres con moldes que puedan adaptar a su gusto y estilo. Prendas cómodas, eclécticas y democráticas. Talles reales. Amor propio. Estabilidad emocional y tranquilidad mental. Nada casi quería. Pero para apuntar, mas vale apunto alto, al universo hay que decirle lo que queremos claro y fuerte.

Así que les propongo preparar nuestro espacio creativo, nuestras herramientas de costura y una mesa bien amplia (aunque anulemos la del comedor, jeje) para sacar el mejor provecho y ponernos manos a la tela!!

Feliz, feliz enero!

Les quiero.

Glen.

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